lunes, octubre 05, 2009

La vuelta de los ángeles


Aquí se cuenta todo. En apenas nueve meses -la proyección era de un año-, quedan concluidas las obras de restauración del retablo mayor de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción.
Era una deuda pendiente con la historia local: una memoria histórica de verdad. Setenta años después de los actos vandálicos que destrozaron la iglesia, un retablo "nuevo" ve la luz para Almodóvar.
Han vuelto los ángeles a las columnas y los querubines -¡cuarenta y ocho! a una vegetación de éxtasis coronada en la cima por la solemnidad de la cruz, todo en madera de la buena. Un viaje de emociones y lágrima sin nombre al entrar por la principal.
Por la insistencia de los hermanos Lozano -Leopoldo y Tomás- Patrimonio accedió a que se trabajara con madera de verdad -yo no entiendo mucho- en lugar de resinas y otros materiales secundarios, lo cual encareció netamente el presupuesto. Pero ya que estamos, que se haga bien, ¿no?
Al término de las celebraciones -un poco antes del Ite, missa... del primer domingo de Agosto, los restauradores -auténticos protagonistas del prodigio- explicaban su obra a la comunidad. Emociona -a mi madre mucho más, claro- escuchar treinta años después de su muerte, que "el trabajo de restauración habría venido facilitado por la labor de Pepe Rey [mi abuelo], que dejó bien establecido un cuerpo de madera sobre el que se sustentaban las columnas..."
Esto es mucho más de lo que cualquier nieto pueda esperar del legado familiar. Bien sabe Dios que lo está viendo desde ahí arriba.

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