Fecha: 25 de marzo de 1436, festividad de la Anunciación y del año nuevo en Florencia. Asistido por su séquito, el papa Eugenio IV volvió a consagrar la vieja catedral de Florencia, Santa Reparata, y la rebautizó como Santa María del Fiore. La ocasión marcó la culminación del proyecto de reconstrucción iniciado siglo y medio antes, entre 1290 y 1300, ya la casi terminación de la magnífica cúpula octogonal de Filippo Brunelleschi, uno de los hitos de la arquitectura occidental. Para esta ocasión fue para la que Guillaume Dufay compuso su grandioso motete isorrítmico Nuper rosarum flores, una de las composiciones del siglo XV sobre las que más se ha escrito.
Las razones por las que Nuper rosarum flores ha cautivado la imaginación de los investigadores y ha fascinado a tantos públicos ha podido ser tanto su despliegue espectacular de simbolismo como su belleza intrínseca.
En 1973, el simbolismo fue interpretado como la plasmación sonora de las proporciones del la misma Santa María del Fiore mediante las proporciones isorrítmicas 6:4:2:3, concretamente, las proporciones de la nave (6) con respecto al transepto (4), al ábside (2) y a la elevación de la cúpula (3). De acuerdo con esta hipótesis, Dufay habría sabido de estas proporciones a través del mismo Brunelleschi, ya que ambos estaban en Florencia por aquel entonces.
Ahora sabemos que las proporciones de la catedral no son exactamente 6:4:2:3 y que el simbolismo está en otra parte. Dufay, bien versado en teología, derivó las proporciones de una tradición bíblica, según la cual la relación 6:4:2:3 describía las proporciones del Templo de Salomón: el largo total era de 60 codos (un codo son unos 45 centímetros); la "nave", 40; el sancta sanctorum, 20; y la altura, 30. Tanto el templo como sus proporciones permanecieron como símbolo de toda iglesia consagrada de la Cristiandad.
(La Música del Renacimiento, Allan W. Atlas)
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