La fundación Juan March expone una colección de Roy Lichtenstein, ese pintor de cómics, de bocatas y diálogos en inglés, ese colorido tan warholiano.
Ahora que nos fijamos un poco más detenidamente -obsérvese la secuencia- quizá hay en Lichtenstein algo de Cézanne. O no?
Puntillismo, movimiento y chicas guapas en un menú casi veraniego. Vistoso, atrevido. Algo más que un simple 'pop'.
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