El camino se estrecha
en vidrieras de pinos
de las naves laterales.
Ofrenda de madroños
maduros en el suelo.
maduros en el suelo.
La zarza que no arde
dificulta el paso hacia
no se sabe dónde.
Mediodía de luz
y armonía inaudible.
Pero sonora.
(Ciclo de Heráclito
oculto en una alcantarilla
al final del paseo).
Ida sobre todas las cosas;
expectación del movimiento.
Desde arriba todo se ve mejor:
retablo de piedra, cascadas de verde
y altar de las aguas.
¡Un rincón de Fuencaliente
para la meditación!
1 comentario:
El paisaje es maleable ante el verso vivo del cristal de tus pupilas. Es tan real que puedo escuchar desde aquí el rumor que emite esa cascada de palabras.
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