Se atribuye a Guido d'Arezzo la asignación de los nombres de las notas en Occidente, a partir de un himno a San Juan, el
Ut queant laxis, destacando la primera sílaba de cada hemistiquio. Asumido por todos, la nomenclatura de Guido ha permanecido hasta ahora en los países latinos.
En el mundo anglosajón se utilizan las primeras letras del alfabeto desde la nota
la: a b c d e f g, añadiendo 'sharp' o 'flat' para 'sostenido' y 'bemol'.
La notación germánica es más específica: entre la 'a' y 'b' se cuela la 'h', el
si bemol.
Para que luego no digan por ahí que los españoles no hemos pintado casi nada en esto de la música, publicado en Bolonia, en 1482, un andaluz de Baeza, Bartolomé Ramos de Pareja, escribió un tratado titulado
De Musica Tractatus sive Musica practica, donde el autor lanza una propuesta de nomenclatura bastante lógica: "psal-li-tur-per-vo-ces-is-tas", algo así como "se canta con estas palabras", repitiendo la última nota que da nombre a la escala.
Muy original, yo estoy con Bartolomé.
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