jueves, julio 21, 2011

Azules kandinskianos


Uno se acerca a este cuadro de madurez de Kandinsky y se atreve con una lectura ignorante pero divertida del mismo. Ese título, "Azul celeste" parece casi una ironía playera. Sobre la vista, un cielo que recuerda a las tardes de arena y sol en la costa, cuando el tiempo no vale casi nada y la conciencia infantil se deja querer. A veces, fruto quizá de un tímido astigmatismo que se proyecta en todo el ojo, aparecen objetos que cimbrean, aletean, se van y se vienen de uno a otro costal: son conchas, medusas, boyas... que estaban ya antes en el cielo, pero que cobran ya todo su sentido en sombrilla, tumbona y sal de mi Madrid veraniego.

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