martes, marzo 25, 2008

El canto de la Tierra


Dragones y mazmorras, bestias y demonios, lava en erupción, orgía báquica. Todo eso en el primer movimiento de la pieza de Mahler.
Abatido por la muerte de su hija María en 1907 y tras el diagnóstico fatal de su enfermedad cardíaca, Gustav abandona Viena por Nueva York. Todos los veranos vuelve a casa para componer. Fruto de una de esas vacaciones encontramos
Das Lied von der Erde.
Un Mahler consagrado como músico sufre como nadie las heridas del amor por Alma. Tras una consulta con Sigmund: "Freud tiene razón. Eres mi luz y el centro de todas las cosas".
En el centro de la tierra no están ni Julio Verne ni el magma volcánico, sino todo lo que desvela en Mahler toda esa fuerza telúrica que pasea en Das Lied: sombra, muerte, vida, luna, jardines, cantos, copas de oro y, sobre todo, de vino. Mucho vino para esta gran fiesta dionisíaca:

"Wenn nur ein Traum das Leben ist,
Warum denn Müh und Plag?
Ich trinke, bis ich nicht mehr kann,
Den ganzen lieben Tag!"

(Si la vida no es más que un sueño,
¿Por qué tanta fatiga y pena?
Bebo a más no poder
El día entero).

No hay comentarios: