domingo, octubre 15, 2006

Richard Bona


Fue un amigo quien me descubrió a este señor africano que hace una música buena, muy buena. Kwalelo, Dipama o Eyala son algunos títulos de sus canciones. La importancia de las letras está en lo bien que cuadran esas vocales abiertas en un ambiente instrumental escogido con manos de cirujano. El poema vocal y musical de Bona es grande desde abajo, porque, partiendo de sus raíces africanas, abre un abanico espléndido de sabores caribeños en ritmos y percusiones que enlaza con la vieja idea de la música como terapia vital.

No hay comentarios: